Diego Pinillos narra la difícil búsqueda de la libertad sexual del artista adolescente en FELICES COMO BESTIAS
Nacer, crecer, perderse, encontrarse, renegar, huir, volver, entender, perdonar
Nacer, crecer, perderse, encontrarse, renegar, huir, volver, entender, perdonar
Una historia tan cercana y conmovedora que despierta, quizá sin quererlo, las propias miserias y fortalezas.
Aunque amplio, los amantes de Joyce se quedan con ganas de leer ya el segundo volumen anunciado por la editorial y saber más de la vida de un escritor genial que aquí se nos muestra en toda su humanidad, su debilidad y, en muchas ocasiones, su ruina.
Trae la novela ecos de Sebald, del Pessoa paseante, de Arboleda de Esther Kinsky, del Arlt de los aguafuertes –a quien Magliani ha traducido− y también de Antonio Tabucchi, con quien la novela de Magliani comparte ligereza, ironía y amor por esa sencillez que solo lo es en apariencia.
Señales en la noche es una historia de una inquietante belleza, salida de la pluma de una hábil narradora.
Un punto de vista a contracorriente, que se adelanta en décadas al auge del formalismo y que no renuncia en ningún momento ni a la ironía ni a la profundidad que jalonan las mejores páginas de su gran novela.
“Puedo decir que escribir me dio una razón para tratar de estar bien tanto como
¿Es teatro esta obra? ¿Poesía? ¿Ensayo? ¿Todo ello? Importa poco. Es literatura. Y de la buena, de la imprescindible.
Los cinco relatos plantean más interrogantes que soluciones, ofrecen, sobre todo, un clima similarmente amargo: la vida de las cinco mujeres transcurre o bien sujetas a expectativas ajenas o bien, una vez defraudadas estas, en una libertad árida, solitaria, a ratos casi inhumana.
En un mundo que parece haber olvidado, en nombre de un presentismo infantil, ese carácter mortal de nuestra especie, nuestros amigos los perros y libros como este de Jean Grenier existen para recordarnos lo que somos. Y para hacernos un poco más sabios y mucho más felices.