Nórdica publica bajo este título una selección ilustrada y bilungüe de “Canto de mí mismo”
Hay una idea muy extendida en el mundo editorial según la cual la poesía no se vende. Dicho de otro modo: editar un libro de poesía es perder dinero. Sin embargo, cada vez son más las editoriales que se animan a publicar, de una manera u otra, libros de poesía.
En el caso de Nórdica, la editorial ya había publicado anteriormente obras de poesía, como por ejemplo la magnífica antología de poemas y cuadros de Pepe Hierro titulada “Hierro ilustrado”.
En esta ocasión, el poeta elegido es, quizás, el más importante de las letras estadounidenses y el libro seleccionado su obra más conocida: “Canto de mi mismo” o “canto a mí mismo”. Hablamos, claro, de Walt Withman, el hombre que puso en verso muchas de las inquietudes trascendentalistas de R.W. Emerson y cuya obra ha sido siempre interpretada como un canto a la libertad, aunque, más certeramente, pudiera hablarse de un canto a la vida.
Con un marcado animismo, en el que no es difícil ver la influencia del monismo oriental, este canto a la vida y al individuo de Withman es, en realidad, un canto a la totalidad: a un dios sobre el que no se desea saber nada, pero al que se conoce de manera directa (sin entenderlo).
Muchos sudando, arando, trillando, y luego recibiendo en pago la broza
unos pocos poseyendo ociosamente y continuamente reclamando el trigo
El título de esta antología refiere (“la extensión de mi cuerpo”), es verdad, a lo que de sensual y materialista hay en Withman, pero no hay que olvidar que en su caso, como en el de Emerson, toda matería es producto del espíritu y está animada por este. La celebración del yo como el “todos”, la celebración de la vida y el canto hasta de sus partes más tristes, son los componentes esencial del libro aquí seleccionado.
Me lego al barro para crecer de la tierra que adoro
si me quieres de nuevo búscame bajo tus suelas
El problema radica, quizás, en saber hasta qué punto es fácil separar unos de otros los poemas de “Canto a mí mismo” y, ya puestos, hasta qué punto lo es separar “Canto a mí mismo” del resto de “hojas de hierba”, la Obra que Withman elaboró durante toda su vida y que fue publicando revisada y aumentada en continuas ediciones.
Otra duda a plantearse sería por qué las editoriales eligen siempre “Canto a mí mismo” como a obra de Withman a publicar o convertir en antología, obviando siempre los otros pasajes de “Hojas de hierba”.
Por lo demás, la obra de Nórdica se acompaña de unas ilustraciones figurativas de Kike de la rubia de ligero carácter onírico, con un uso muy amplio de la silueta y el contraluz. Destacaríamos los magníficos retratos de figuras humanas, especialmente, aquellas imágenes que son partes del cuerpo recogidas en detalle (una espalda, un dedo, un brazo,…), que remiten, como el título, a lo que de sensual y corporal hay en Withman y que captan tanto la transitoriedad como el milagro de la existencia.
Igualmente, al final de la obra se incluye la versión original de los poemas escogidos para esta antología y cuya versión española (correcta) pertenece a Antonio Rivero Taravillo.
La extensión de mi cuerpo, de Walt WIthman. Nórdica Libros. 128 páginas a color. PVP; 18€
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