¿Sabías que los autores de la Biblia copiaron textos de la literatura egipcia? ¿Y conoces quiénes fueron las primeras mujeres en ponerse extensiones para el pelo? ¿A quién se le hubiera ocurrido pensar que el Nilo no era esa calmada corriente de agua que hoy conocemos?
El antiguo Egipto no deja de aparecer en noticias y documentales que, sin embargo, parecen centrarse siempre en los mismos aspectos de esta fascinante cultura. En Historias de la historia del antiguo Egipto, publicado por Almuzara, el egiptólogo José Miguel Parra amplía el espectro de curiosidades sobre el mundo de los faraones y la vida a orillas del Nilo y trata temas tan variados como el amor de los egipcios por sus jardines y su supuesto escaso uso de la violencia; pero también qué sistema utilizaron para transportar cargas pesadas en un mundo (teóricamente) sin ruedas.
Asimismo, Parra presta atención a los sempiternos contactos de Egipto con la zona de Siria-Palestina y las influencias mutuas entre ambas regiones.
Por supuesto, siendo como es el país de las momias, no ha podido dejar de darle un repaso al negocio de la muerte. Este tránsito al otro mundo llegaba por entonces a la gente con mucha más facilidad que hoy día y las pruebas de ello que nos presenta el autor son sorprendentes.
De igual modo repasa la poco conocida capacidad económica de la que disfrutaban las mujeres, la extraña relación que en general mantenían los súbditos del faraón con los sabrosos gorrinos y otros muchos aspectos del mundo faraónico, todos igual de fascinantes y seguramente poco conocidos del lector.
About Author
You may also like
-
Rabia, un libro para estómagos fuertes sobre el virus más letal conocido
-
Faraonas. Entre lo divino y lo terrenal: el poder femenino en el Antiguo Egipto
-
Homenaje a Giner de los Ríos, Menéndez Pelayo y María de Maeztu, tres grandes maestros de diferentes ideologías que apostaron por la educación para mejorar su país
-
Venenos literarios: un recorrido por los venenos que Agatha Christie usó en sus crímenes más ingeniosos
-
Setas: de curar enfermedades o deleitar nuestro paladar a convertirse en armas mortales y propiciar una guerra