Michael Connelly, el célebre autor de novela negra, compartió en rueda de prensa sus pensamientos más profundos y emotivos sobre su último libro, “La espera” (AdN, grupo Anaya), y el destino de su personaje más querido, el detective Harry Bosch. Connelly, quien ha construido una prolífica carrera de 38 novelas, confesó que para él escribir sobre Bosch sigue siendo tan apasionante como el primer día, hace ya más de tres décadas.
Durante el evento, Connelly explicó su enfoque de entrelazar historias y personajes, mencionando que en “La espera” se plantea un “caso sin resolver en la historia de Los Ángeles” que conecta a Bosch con la detective René Ballard y su hija Maddie. “Creo que todos estos hilos se entretejen de una forma muy limpia”, afirmó, añadiendo que su intención era reflejar la vida real de un investigador que no se enfoca en un solo caso, sino que, al igual que en la realidad, maneja múltiples investigaciones.
El autor compartió también su rutina de trabajo, describiendo cómo disfruta de empezar su jornada al amanecer. “Para mí, un día perfecto empieza cuando aún es oscuro y me preparo un té y me pongo a escribir. Si llego hasta mediodía, pues estupendo”, comentó, esbozando una sonrisa. Esta dedicación y ritmo constante, según él, le han permitido mantener una carrera extensa y prolífica, marcada por una perseverancia inquebrantable.
A lo largo de la conferencia, se abordaron temas que están presentes en el libro, como la relación de Ballard con el agua, que representa tanto paz como sanación. Según Connelly, para Ballard, el agua simboliza una conexión con sus raíces en Hawái, siendo una especie de refugio donde puede encontrar calma después de lidiar con la oscuridad de su trabajo.
La conversación tocó temas profundos como el rol de la figura materna, que se refleja en varios personajes de la novela. “Yo tuve una madre que fomentó mi amor por la lectura”, recordó Connelly, resaltando cómo esta influencia ha permeado en sus personajes, en especial en Bosch, quien lleva consigo el peso de una infancia complicada. “Para mí, los personajes enfrentan grandes retos que los forjan y los hacen crecer”, comentó.
El evento culminó con una pregunta clave: ¿Harry Bosch alguna vez se jubilará? Connelly se mostró pensativo y reveló: “A veces me pregunto si debería darle un final a la serie o dejar que continúe para siempre”. A sus 68 años, el escritor insinuó que su carrera podría estar acercándose a su conclusión, aunque aclaró con convicción: “Espero que cuando esté escribiendo mi último libro, sea un libro de Harry Bosch”.
Este compromiso personal con Bosch y el mundo que ha creado alrededor de él demuestra que, para Michael Connelly, la escritura es mucho más que una carrera; es una pasión que lo mantiene en marcha, y si el destino lo permite, espera cerrar su trayectoria con una última historia del detective que lo ha acompañado a lo largo de su vida.
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