Historia reciente de la verdad, de Roberto Blatt

“Historia reciente de la verdad”, de Roberto Blatt (Turner, 2018) ofrece un rápido (y breve) recorrido por los paradigmas humanos de acceso a la verdad desde el auge de la burguesía y la instauración del capitalismo en Europa, hasta la actualidad.

La tesis de Blatt, a lo largo de este recorrido, es que la creencia en la posibilidad de una verdad racional y objetiva -y por lo tanto, universal-, fue uno de los grandes logros de las revoluciones de los siglos XVIII y XIX. Es la época de la instauración del positivismo, que arrinconó a la revelación y a lo que al autor llama “la verdad transcendente” (la que se obtiene por contacto directo con Dios o con la propia Verdad) y la sustituyó por procesos, estudios y mecanismos que se fundamentaban en esa creencia de que era posible una verificación con algo externo; es decir, que existía una verdad universal a la que era posible llegar y con la que era posible contratar las opiniones.

La moda, el turismo, el cine y desde luego la novela influyeron y a la vez fueron influidas por ese paradigma de acceso o relación con la verdad que Blatt llama “realista-objetivo”. Frente a él, la actualidad nos ofrece, según el autor, un modelo de verdad neo-transcendental, donde la verdad ya no se considera universal (sino experiencial) y donde el saber está muy fragmentado, disperso.

“Desde la derecha y desde la izquierda, flanqueando a una mayoría indiferente que llamamos ‘centro’, la trascendencia vuelve con sus improbables artículos de fe, teístas o seculares, contribuyendo a una parcelación tribal de la verdad y, por consiguiente, de la humanidad”, apunta Blatt. Quien propone que sólo el regreso al paradigma realista, u objetivo (racional), que permite contar con criterios de verificación y no limitar todo a una serie de opiniones (de las cuales, la mayoritaria alcanzaría el grado de: verdad-momentánea), nos permitirá salvarnos de una deriva política preocupante.

Un argumento que es casi la manifestación de un choque generacional entre aquellos que crecieron y añoran el racionalismo-positivista que fue el paradigma dominante de la ciencia y la vida desde principios del siglo XIX y quienes, para ellos, caminan sumidos en la niebla de la posmodernidad, la posverdad y en general un nuevo paradigma, aquí calificado de (neo)transcendente que no entienden o no comparten.

Quizás lo mas interesante de esta breve (y a veces acelerada) obra sea, precisamente, la crítica que realiza Blatt contra una izquierda mundial y española incapaz de oponer al neoliberalismo lo que denomina una nueva utopía. Una izquierda, asegura, fragmentada en diferentes luchas (feminismo, ecologismo, étnicas, sociales) que parecen competir “por asumir un rol de víctima”. Una izquierda dispersa en lo que llama tertulias de salón donde el mundo se simplifica hasta ser presentado como un escenario donde combaten el bien y el mal (en base a argumentos moralistas) y donde el dato, su interpretación y la verificabilidad de los argumentos cuentan cada vez menos.

La reducción de la disputa política al eslogan o el tuit, al interés de un “pueblo” frente a otro, o de la gente frente a una “casta”, es una simplificación die Blatt: “brumosas fantasías que carecen de todo trasfondo riguroso tanto en el plano teórico como en el práctico”.

La obra es, pues, una llamada de atención sobre la calidad del debate público actual y por lo tanto sobre la calidad de nuestra democracia, lo que no deja de ser sugerente en unas semanas en las que el debate en nuestro parlamento ha quedado en niveles subterráneo. De hecho, se hace muy breve (es casi un sprint) ese final que recoge las conclusiones a las que llega el autor tras su igualmente rápido análisis historiográfico. A nuestro entender, el debate y la inteligencia con que Blatt lo afronta merecen en el futuro algo más que este opúsculo: un estudio profundo sobre el mundo en el que nos hemos adentrado y las posibilidades de retorno, o no, a otro donde el debate recupere la racionalidad.

About Author

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *


four − one =